San Zadornil, «la metrópoli verde» de Burgos

San Zadornil presume de contar con un sinfín de especies naturales. Encinas, hayas, bojs y secuoyas dan forma a una estructura en verde, integrando una metrópoli que se ha ganado el título oficial de «El Nueva York de los Bosques». Un entorno de biodiversidad que se nutre del clima de Las Merindades, que cuenta con 14 árboles emblemáticos pertenecientes a las principales especies forestales de la Península Ibérica.

San Zadornil
San Zadornil © Mamen Mínguez

Su masa forestal cumple con los requisitos de cosmopolitismo del que presumen las principales urbes, donde sus barrios, calles y plazas convierten la visita a San Zadornil en un cómodo paseo para el visitante. Un espacio adaptado para recorrerlo tanto a pie, como a caballo o en bicicleta eléctrica a través de sus carreteras naturales.          

Todo un viaje a través de los paisajes más espectaculares de nuestro país. Castañares, madroños, encinares, pinares que conviven junto a secuoyas gigantes y coníferas de los Alpes del denominado «Barrio de los Extranjeros».

San Zadornil
San Zadornil © Mamen Mínguez

Un «bosque de bosques» articulado en calles y plazas. Auténticas manzanas urbanas integran este paraíso natural. En el exclusivo «Barrio de las Hayas», suelos arcillosos dan lugar a una característica frondosidad, en un oscuro paisaje situado en el barrio más alto. Su antítesis podría ser el «Barrio de las Encinas», una zona de suelos pobres donde también habitan enebros, arces de Montpellier y parte de hayedo. En el «Barrio de los Pinaster» los pinos resineros crecen en una zona arenosa y seca, donde también habitan robles y arces. En el último barrio, el de «Los Castaños», estos árboles centenarios han encontrado su acomodo.

San Zadornil
San Zadornil © Mamen Mínguez

«El Casumbo», la zona más atlántica de esta metrópoli, constituye un territorio lleno de misticismo, con sus árboles llenos de musgos y líquenes y una luz tenue que confiere a este lugar un encanto especial. Zonas de pino silvestre conforman«Los Barrerones», la plaza compuesta en su mayor parte por sotobosque lleno de boj. Desde Villafría de San Zadornil se accede a esta plaza que tiene en El Refugio del Boj su lugar más legendario.

«Los Barrucales» constituyen un refugio integrado en el Barrio de los «Pinaster», donde el aroma a resina impregna todo el ambiente. En La Resilla, las secuoyas plantadas en 1.960 se han adaptado a las condiciones tan diferentes de su lugar de origen. Un lugar dentro del propio barrio de «Los Extranjeros» donde poder apreciar al detalle la singularidad de este ecosistema propio.


lametropoliverde.com

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